9.12.2013

Diada de Catalunya y via catalana. 11/09/2013.


Volver a mi ciudad después de tantos años y participar en esta concentración ciudadana vistiendo y defendiendo una idea de Catalunya independiente y europea me ha cautivado. Miles de personas vestidas de amarillo, con senyeres y estelades, pasean sin rumbo por las calles sin coches, gigantes y cerradas. Se ha terminado la cadena humana de la via catalana. Con éxito.
Por mi parte me muevo con sentimientos divididos.
Por un lado soy catalán, defiendo el catalán, sus ideas, su cultura, su forma de ser. Y también creo que hay de qué quejarse.
Pero por otro lado, lo que me desconcierta es que durante mi adolescencia y juventud, cuando estaba en contacto con jóvenes más independentistas, de lo que se hablaba, de lo que hablábamos era de salvar la lengua, de Franco, de cultura, de raíces.
La independencia por ideales románticos y episodios verídicos nunca me llegó a cautivar del todo pero a la vez teníamos una memoria histórica reciente que llevar a cuestas como herederos de nuestros abuelos y abuelas. Y a la vez recobrar las raíces y los derechos de la catalunya que había sido destruida por Franco.
Pero ahora, la petición de independencia ya no es romántica. Es Economico-Política.
Queremos separarnos, poder decidir, independizarnos porque existen injusticias económicas y políticas respecto a otras comunidades y al país.
Me he cruzado con centenares de familias, niños, parejas, turistas. Todos sonrientes, felices por haber participado en la concentración y por haber podido expresarse. Todos están a flor de piel. La idea de Independencia se vuelve en apariencia romántica y compartida por miles de catalanes.
Pero eso no es más que una ilusión manipulada. Nos han vendido una necesidad de reclamar por las injusticias pidiendo la independencia de Catalunya sin reparar en que lo que deberíamos hacer antes: Reclamar a los políticos las injusticias de sus desastres, sus egos, su incultura y su falta de responsabilidad y de ética. Por otro lado si estamos en un mundo globalizado, en una unión europea que está sudando tinta, pero que sigue siendo Europa, qué esperamos encontrar haciéndonos más pequeños y, además, esperando que la UE nos acepte en su seno con los brazos abiertos, sin estar nada seguros de ello.
Ha sido un día emocionante, complejo e incierto.

Aquí algunas fotos tomadas durante mi paseo de hoy.










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